domingo, 27 de abril de 2008

leccion 5- escuela sabatica

MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO

El sábado enseñaré…

Texto Clave: Mateo 3:2

Enseña a tu clase a:

1. Saber de qué modo el Reino de los cielos es tanto una realidad presente como una esperanza futura.

2. Sentir el deseo de experimentar la compasión de Dios cada día.

3. Hacer llegar el mensaje del Reino de Dios a otras personas.

Bosquejo de la Lección

I. El Cristo compasivo

A. Jesús no habló sencillamente palabras de consuelo; también ministró a las necesidades de otros.

B. Muchas de las experiencias de Cristo -tales como la alimentación de los cinco mil- nos dan un cuadro visual de por qué vino a la tierra: fue para mostrar a la humanidad que él es capaz de atender todas las necesidades, tanto físicas como espirituales.

C. Jesús demostró su poder sobre todo lo que concierne a la humanidad.

II. El Mesías

A. Jesús no buscó reconocimiento o ganancias personales, sino que vivió su vida para beneficiar a otros, mostrando que él vino para salvarnos.

B. Juan el Bautista y muchas otras personas no estaban seguras, al principio, de que Jesús fuera el verdadero Mesías.

C. Las palabras, las acciones y los milagros de Jesús revelaron el cumplimiento de las profecías mesiánicas.

III. El Reino de Dios: para ahora y para siempre

A. En la vida de Cristo, se nos ha mostrado que el Reino de Dios es tanto una realidad presente como futura.

Resumen

Las obras de Jesús fueron evidencia de que realmente él era el Mesías. Pero él no vino sencillamente para hablar de una esperanza futura. Él mostró que el reino de Dios -lleno de amor y compasión, libre de pecado y sufrimiento- podía llegar a ser una realidad, ahora, para cada creyente

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Ciclo natural de aprendizaje

Paso 1

¡Motiva!

SOLO PARA LOS MAESTROS: Las obras de Jesús fueron evidencia de que realmente él era el Mesías. Pero él no vino sencillamente para hablar de una esperanza futura. Él mostró que el reino de Dios -lleno de amor y compasión, libre de pecado y sufrimiento- podía llegar a ser una realidad, ahora, para cada creyente.

De todos los milagros que Jesús realizó, ¿cuál es el más maravilloso, y por qué?

Después de analizar la pregunta anterior, lee Mateo 11:4 y 5. Ante la pregunta del Bautista de si él era el Mesías, Jesús envió la respuesta: Díganle a Juan que “los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio” (Mateo 11:5; la cursiva fue añadida). ¿Por qué Jesús incluye “es anunciado el evangelio” junto con los milagros? ¿Será porque las buenas noticias del evangelio son el más maravilloso de todos los milagros?

Paso 2

¡Explora!

SOLO PARA LOS MAESTROS: En Nazaret, Jesús anunció su misión mesiánica citando un pasaje de Isaías y luego afirmando que él era el cumplimiento de esa profecía. Lee Lucas 4:16 al 31 y permite que tu clase identifique: a) el poder que había detrás de las obras de Jesús; b) el evangelio, y su relación con la libertad y el sanamiento; c) el significado de “el año agradable del Señor”.

Comentario de la Biblia

Jesús “anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo” (Hechos 10:38). En este versículo, notamos tres características de la obra de Jesús: su ministerio no tenía fronteras; su ministerio era la corporización de la justicia; su ministerio era de liberación.

I. Un ministerio sin fronteras

Jesús “anduvo” es la forma en que Pedro describe la extensión de su ministerio (Hechos 10:38). Mateo también dice: “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas” (Mateo 9:35). El ministerio de Cristo no se limita a una localidad o un pueblo. Él es el Señor del universo, y él vino a “buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). Lo perdido es el planeta; por eso, su misión era para Galilea, Judea, Samaria, y por medio de sus discípulos hasta lo último de la tierra (Mateo 28:19, 20; Hechos 1:8). Él es el Señor del universo y un Hombre con un mensaje para toda la gente. Por esto, él o su mensaje no pueden restringirse a fronteras de ninguna clase: sean geográficas, culturales, de castas, lenguas o tribus.

Considera: La Iglesia Adventista, hoy, tiene una misión global, con la meta de alcanzar a cada comunidad no alcanzada alrededor del mundo. ¿De qué modo tu vida y tu testimonio concuerdan con esta misión mundial?

II. Un ministerio de justicia

“Jesús anduvo haciendo bienes”. Él es bueno, y únicamente puede hacer el bien. Pero el bien que hizo Jesús era considerado un bien no porque esas obras buenas alcanzaran alguna norma humana. Lo que Jesús hizo eran bienes porque eran parte de las “buenas noticias” del Reino de Dios, que él estableció. Su nombre, dijo el profeta, es “Jehová, justicia nuestra” (Jeremías 23:6), y en Jesús tenemos justicia en toda su plenitud y poder.

Un ministerio de compasión. Una manera en que la bondad absoluta de Jesús se describe en los evangelios es que él era movido a compasión siempre que veía alguna necesidad humana; fuera estar perdido espiritualmente (Mateo 9:36), sentir hambre (Mateo 14:14; 15:32), padecer lepra (Marcos 1:40, 41), la ceguera (Mateo 20:34), la viudez (Lucas 7:13), o la posesión demoníaca (Marcos 9:25). La palabra griega para “compasión” es splágjna, que indica no la piedad ordinaria sino la emoción más profunda que un ser humano es capaz de sentir, una emoción que surge de las mismas profundidades del ser. Sugiere estar apasionadamente involucrado con el otro, como el amor que el padre mostró al hijo pródigo (Lucas 15:20) y la compasión exhibida por el buen samaritano (Lucas 10:33). Ambas parábolas usan la palabra splágjna.

Considera: “Nunca deberíamos actuar con indiferencia y falta de simpatía, especialmente cuando tratamos con los pobres. [...] Cristo declaró que el evangelio debía predicarse a los pobres. La verdad de Dios nunca se reviste de un aspecto de mayor belleza que cuando es llevada a los necesitados y desposeídos. Entonces es cuando la luz del evangelio brilla con su claridad más radiante, e ilumina la choza de los campesinos y la rústica cabaña del labrador. Los ángeles de Dios están allí y su presencia convierte en un banquete el pedazo de pan duro y el vaso de agua” (Consejos sobre mayordomía cristiana, pp. 168, 169).

La compasión y el amor sin reservas señalaron el ministerio de justicia de Jesús. Él vio ovejas sin pastor, enfermedad sin médico, niños sin padres, personas sin dignidad, los oprimidos sin libertador, pecadores sin un Salvador, y él hizo algo para remediarlo. Fue movido a compasión para otorgar su ministerio de justicia.

III. Un ministerio de liberación y paz

Jesús sanó “a todos los oprimidos por el diablo” (Hechos 10:38). A este testimonio de Pedro, añadamos la autocomprensió n de Jesús mismo, quien vino “a poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18), y tenemos una definición notable de cuál es la obra de Jesús y su razón de ser. Jesús apuntó, como la raíz de cada problema en el mundo -sea temor, enfermedad, soledad, depresión, incapacidades y muerte-, al pecado y su originador. Por eso, para él la curación y la restauración completas residen en la liberación de las garras de Satanás. Las obras que hizo Jesús y los milagros que realizó eran solo pequeñas ilustraciones del gran cuadro: Dios, en Cristo, invadió el dominio de Satanás y ha establecido su Reino de justicia (Hebreos 2:14; 1 Juan 3:8).

¿Cuál es la opresión que tienes o que sientes? ¿Hundirte en un mar tormentoso (Mateo 8:23-27)? ¿Estar poseído por los demonios de la cultura o el abuso (versículos 28-33)? ¿Una vida sin esperanza (Juan 5:5-9)? ¿La incapacidad de seguir una vida normal (Mateo 15:29-31)? ¿Una enfermedad con malicia (Mateo 8:1-4)? ¿Una pérdida de identidad y de aceptabilidad (Marcos 5:24-34)? ¿O dolor y muerte (Juan 11:1-45)? La ayuda está a solo una oración de distancia. Jesús nos libera de toda opresión del Malo. Por medio de su obra y su mensaje, “ha llegado a vosotros el reino de Dios” (Mateo 12:28). Aquellos que por fe entran en ese Reino, tienen libertad y paz (Juan 8:36; Romanos 5:1).

Paso 3

¡Practica!

SOLO PARA LOS MAESTROS: La mayoría de los milagros que realizó Jesús eran para atender diferentes necesidades humanas. Al realizar esos milagros, a menudo Jesús decía: “Tu fe te ha sanado”; “Tus pecados han sido perdonados”. Examina esto un poco, al analizar lo siguiente:

Preguntas para reflexionar:

1. ¿De qué maneras puede el pecado ser el responsable de la miseria humana? ¿Es el pecado personal de cada persona o el pecado como un sistema lo que ha afectado a la raza humana?

2. ¿Podemos considerar a los problemas del estilo de vida que afectan nuestra salud como parte integrante de la definición de pecado?

3. ¿Qué lugar ocupa la fe en la curación y la restauración? La fe ¿es una “voluntad para vivir” o es una entrega a Dios? ¿Cuáles son algunas de las señales de que la vida cristiana de una persona está gobernada por este tipo de fe?

Paso 4

¡Aplica!

SOLO PARA LOS MAESTROS: Aprendimos, esta semana, que la maravilla más grande de la obra de Jesús es el establecimiento de su Reino. También percibimos que su Reino tiene dos aspectos: el Reino de gracia aquí y ahora, y el Reino de gloria todavía por venir. Analiza con los miembros de tu clase, su responsabilidad en ambos aspectos del Reino.

Preguntas para reflexionar:

1. Si realmente “ha llegado [...] el reino de Dios” (Mateo 12:28), ¿cómo podemos asegurarnos que las buenas nuevas sean dadas a conocer también a otros?

2. Cristo es responsable por el establecimiento de ambos aspectos del Reino. ¿Cómo afectaría esta verdad a tu relación en la iglesia y en la comunidad?

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