domingo, 11 de mayo de 2008

material auxiliar- el enigma de su conducta



Lección 7
El enigma de su conducta

MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO

El sábado enseñaré…

Texto Clave: Juan 5:30

Enseña a tu clase a:

1. Saber cómo la fidelidad de Jesús en hacer la voluntad del Padre, en el cielo, estuvo sobre todo lo demás. Y él sabía que la voluntad de Dios para él era que salvara a la humanidad.
2. Sentir el deseo de demostrar personalmente que cada creyente es aceptado en la familia de Dios, sin tomar en cuenta su condición socioeconómica.
3. Hacer el esfuerzo de alcanzar a todos, sin tomar en cuenta su condición.

Bosquejo de la Lección

I. Hijo del Hombre-Hijo de Dios
A. Jesús sabía que era el Hijo de Dios y comprendió, desde su juventud, cuál era el propósito por el que había venido a la tierra.
B. Aunque tenía respeto por sus padres, la lealtad a Dios era mayor que su lealtad a ellos.
II. Jesús, nuestro Hermano, nuestro Ejemplo
A. En muchos casos, Jesús expresó emociones humanas similares a las nuestras.
B. En muchas situaciones, Jesús guardó silencio o, aparentemente, no daba ninguna respuesta.
C. Debemos seguir el ejemplo de Cristo, aplicando los principios que estaban detrás de sus propias palabras y conductas.
III. Amigo de los desposeídos
A. Aunque Jesús se mezclaba con la gente común, también se relacionó con los inaceptables, los desposeídos y las clases inferiores de la sociedad, y daba la bienvenida a esas relaciones.
B. Muchas personas que no comprendían la conducta del Señor al asociarse con los “pecadores” lo juzgaban mal o lo acusaban equivocadamente.

Resumen

El ministerio y el propósito del Salvador de traer la salvación a la humanidad eran de largo alcance e incluía a todos. Por lo tanto, se extendía hacia “todos” los que quisieran venir: desde las prostitutas hasta los predicadores, desde los leprosos hasta los abogados. En todo lo que hizo, siempre mantuvo su lealtad hacia el Padre y su propósito de salvar a la humanidad, por sobre todo lo demás.
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Ciclo natural de aprendizaje

Paso 1
¡Motiva!

SOLO PARA LOS MAESTROS: “No debemos copiar a ningún ser humano. No hay ningún ser humano suficientemente sabio para ser nuestro criterio. Debemos mirar al hombre Cristo Jesús, que es completo en la perfección de justicia y santidad. [...] Él es el Modelo. [...] Su carácter es nuestro modelo” (En los lugares celestiales, p. 168).


Realmente, Jesús es nuestro modelo. No obstante, su conducta a veces resulta enigmática. Por ejemplo, cuando una mujer gentil se acercó a Jesús para pedir que sanara a su hija poseída por el demonio, su primera reacción fue el silencio, complicado más tarde por una aparente burla severa a su raza, llamándola perros (Mateo 15:21-26). ¿Poseía Jesús tal desprecio por los de otras culturas? ¿O estaba usando el incidente para mostrar que el odio racial no tiene lugar en su Reino?

Jesús es único en su persona y su misión. Él es tanto Dios como hombre, y, como tal, el enfoque de su trabajo a veces parece muy diferente de las opciones que tenemos nosotros. Sin embargo, hay ciertas cosas en las que deberíamos imitar a Jesús sin ninguna vacilación. ¿Cuáles son?

Paso 2
¡Explora!

SOLO PARA LOS MAESTROS: Al estudiar los incidentes de la vida de Jesús que pueden parecer enigmáticos, anima a tu clase a: a) Recordar que el es diferente de nosotros; b) ver su misión como mesiánica; y c) ver un propósito detrás de cada conducta incomprensible.


Comentario de la Biblia

Observa la conducta enigmática de Jesús en tres áreas –su niñez, sus asociaciones y sus actitudes– y descubre, detrás de cada misterio, un propósito.

I. El enigma de su niñez

El único incidente registrado de la niñez de Jesús (Lucas 2:41-51) nos deja con asombro y una pregunta. Nos maravillamos por la habilidad de Jesús, a los 12 años, para debatir con los eruditos. Su respuesta a la ansiedad de sus padres es enigmática: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” (Lucas 2:49).

¿Fue Jesús descuidado e irresponsable al responder de esa manera a la ansiedad de sus padres? ¿Fue arrogante por causa de la repentina eminencia que le otorgó su audiencia en el Templo? ¿No debería haberse sentido mal por haber causado tanto dolor a sus padres? El incidente es inexplicable. Pero, detrás del misterio está el propósito divino: desplegar ante Jesús mismo y sus padres su misión mesiánica; que aun cuando estaba creciendo como hijo de ellos, él era un Padre eterno, y su obra pronto consumiría su vida misma.

Considera: ¿Fue insensible Jesús hacia sus padres? Ver Lucas 2:51.

II. El misterio de sus asociaciones

“El carácter de una persona es conocido por los amigos que mantiene”, es un dicho común. Los escribas y los fariseos aplicaban este dicho a Jesús y lo juzgaban: Jesús no podía ser bueno, y no podía ser el Mesías, por causa de su asociación con pecadores, cobradores de impuestos, y los indeseables de la sociedad (Lucas 5:31, 32; Mateo 9:10-13).

Jesús afrontó a sus acusadores con una respuesta profunda: Los enfermos son los que necesitan un médico, los pecadores son los que necesitan un Salvador. El sanamiento y la misión salvadora de Jesús no consideran la situación socioeconómica de aquellos con quienes se encuentra sino su necesidad. Cuanto más profundamente esté una persona en el pecado, tanto más anhelante es el amor del Salvador. Ninguno es extraño a su búsqueda redentora. De modo que, ¿cuál es el propósito divino detrás de la asociación de Jesús con los indeseables de la sociedad? Sencillamente esto: revelar a toda la humanidad que Dios odia el pecado pero que ama al pecador; que la opresión del pecado no puede poner a la persona más allá del alcance de la gracia divina; que lo que se considera escandaloso en la opinión humana es precisamente el objeto de la misión divina. Por eso, ven Zaqueo, ven María Magdalena, ven leproso, y también ven Nicodemo, ven Pedro, ven Pablo: hay lugar para todos en el Reino de Cristo.

Considera: Imagínate que ves a tu pastor caminar por una parte mala de la ciudad, donde las prostitutas y los traficantes de drogas suelen pasar el tiempo, o lo ves salir de un bar que está abierto toda la noche. ¿Cuál sería tu conclusión?

III. El enigma de sus actitudes

¿Se interesa Jesús? Interesarse por los oprimidos, salvar a los perdidos, ser amigo de los solitarios, llorar con los que lloran, alimentar a los hambrientos: ¿No muestran estas situaciones, en las que se ve el amor y la ternura de Jesús, que él se interesa? No obstante, ¿no es incomprensible notar que mientras Juan el Bautista languidecía en la prisión Jesús nunca lo visitó (Mateo 14:1-12)? Después de todo, Jesús enseñó que visitar a los que están en la cárcel es una característica de los ciudadanos de su Reino (Mateo 25:31-46). ¿Cómo hemos de entender, entonces, la actitud de Jesús hacia el prisionero y degollado Bautista? ¿Refleja falta de sensibilidad, descuido e inconsistencia?

Mateo dice que los discípulos de Juan le “dieron las nuevas a Jesús” de todo lo que le había ocurrido al Bautista (Mateo 14:12). ¿Era esto una sugerencia: “Cuidado, no permitas que esto te ocurra a ti”?

Considera: “Jesús no se interpuso para librar a su siervo. Sabía que Juan soportaría la prueba. Gozosamente habría ido el Salvador a Juan, para alegrar la lobreguez de la mazmorra con su presencia. Pero, no debía colocarse en las manos de sus enemigos, ni hacer peligrar su propia misión. Gustosamente habría librado a su siervo fiel. Pero por causa de los millares que en años ulteriores debían pasar de la cárcel a la muerte, Juan había de beber la copa del martirio” (El Deseado de todas las gentes, p. 196).

¿Respetó Jesús la propiedad? Cuando Jesús sanó a los dos hombres poseídos por demonios, permitió que los demonios entraran en un rebaño de dos cerdos, haciendo que ellos se ahogaran en el lago cercano (Mateo 8:28-34; Marcos 5:1-19). El milagro causado mucha discusión acerca de la actitud de Jesús hacia los derechos de propiedad y el bienestar de los animales. ¿Están los críticos de Jesús en lo correcto al acusarlo de no interesarse en ello y ser insensible?

Podemos estar seguros de ciertas cosas. Primero, Jesús no pudo haber destruido a los cerdos intencionalmente. Segundo, él no podría haber deseado ninguna pérdida económica a los dueños de los cerdos. Tercero, el que habló con tanto sentimiento acerca de un pequeño gorrión o la oveja perdida no pudo despreocupadamente obrar con crueldad hacia los animales.

Y entonces, ¿por qué permitió Jesús que los demonios entraran en los cerdos? Una razón es la salvación de dos hombres oprimidos. La salvación siempre tiene primera prioridad: ¿no era esa su misión, hasta el punto de su propia muerte en la cruz? Otra razón era despertar a los aldeanos a la realidad de que estaban demasiado preocupados por las cosas materiales, al punto que no se interesaban por lo espiritual, y que ahora, al ver la salvación de dos de sus propios hombres abandonados, pudieran desear su propia salvación. Con Jesús siempre hay equilibrio y una prioridad.

Paso 3
¡Practica!


Preguntas para reflexionar:

1. Jesús trastornó las mesas de los cambiadores porque no aprobaba sus acciones (Mateo 21:12, 13). ¿Fue este un acto de ira justa, que apuntaba a limpiar una institución religiosa, como parte de su misión mesiánica? ¿O fue un modelo revolucionario para que nosotros imitemos?

Preguntas de aplicación:

1. Considera una situación imaginaria en tu iglesia. Por algún tiempo flotaron en el aire rumores de que un anciano ha estado portándose en forma inapropiada con miembros del sexo opuesto. También se hablaba de dos diáconos que malversaban recursos de la iglesia. Te sientes preocupado por todo esto. ¿Quedarías justificado al exponer esto en la hora del culto divino y reclamar acción? Si no, ¿por qué no?
2. En situaciones como las indicadas arriba, ¿por qué no podemos usar los mismos derechos que Jesús usó? ¿Qué nos pone a nosotros aparte de Jesús al realizar ciertas acciones que él efectuó?

Paso 4
¡Aplica!

SOLO PARA LOS MAESTROS: La conducta de Jesús, tal como aparece en los evangelios, muestra cuán compasivo, misericordioso e interesado en las personas era él. En algunos casos (tales como los que observamos en esta lección), su conducta también es enigmática. Pide a tu clase que anoten ilustraciones de ambas clases, e invítalos a analizar con cuáles deberíamos involucrarnos más y por qué.


Pregunta de aplicación:

1. Jesús estaba justamente indignado cuando vio la incredulidad (Mateo 17:17) y cuando vio el abuso que se hacía del Templo de Dios (Mateo 21:12, 13). ¿Cómo aplicarías esa ira justa en tu vida personal?

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