martes, 30 de septiembre de 2008

EL INTERNET



El Internet y sus Hijos



Internet: el 83% de los chicos la usa sin control de los padres ENCUESTA A ADULTOS CON CHICOS DE 7 A 14 AÑOS



El 29% de los padres reconoce que no les preocupa qué hacen sus hijos en Internet. Sólo el 17% les prohibió navegar cuando no están en casa. Los chicos de clase media pasan 2,5 horas diarias en la Red. Un informe de la consultora de tecnología de la información, Prince & Cooke: Control de menores en el uso de Internet", realizada con base a una muestra de 264 padres de niños de 7 a 14 años del Area Metropolitana de Buenos Aires, en febrero de 2006, revela que el 83% de sus hijos accede a Internet sin el control de sus padres. En tanto, sólo el 7% necesita que uno de ellos le proporcione la clave de acceso para ingresar a la web. La misma fuente señaló que los chicos pasan frente a la PC un promedio de 2,5 horas. "Internet es sólo un medio de comunicación, no es el ´cuco´. Pero es importante conocer los hábitos de los hijos y elegir un lugar público para la PC", puntualizó Federico Cooke, vicepresidente de la firma. Al respecto el informe de P&C afirma que el 29% de los hogares tiene una computadora en la habitación infantil (hay 1,5 PC por hogar). Aunque el 57% de los hogares tiene la PC en el escritorio. Sólo el 20% en el living, y un 8% en el cuarto paterno. Todos estos datos se acompañan con las conclusiones obtenidas por la consultora de mercado Cazoll, a través de grupos focalizados que se hicieron con 100 madres y padres de niños de 6 a 12 años, y 50 chicos de entre 8 y 12 años, a principios de 2006. Todos de clase media. "Los padres tienen una visión ´beatificada´ de sus hijos. Sólo se menciona superficialmente el temor al ´tecnoautismo´, y en menor grado a la pornografía; pero se deja sin mención de sospecha la pedofilia o la exposición excesiva a publicidades maliciosas", advierten. En el mismo sentido el estudio de P&C destaca que para el 29% de los padres "no es una preocupación familiar lo que los menores de entre 7 y 14 años hagan con Internet desde el hogar". Otro 17% confesó que no tiene una idea definida sobre el tema. Y aunque el 35% de los padres asegura que advirtieron a sus hijos sobre los peligros de la Red, reconoce que no tienen una ´política formal´ sobre su uso. Apenas el 17% de los padres prohibió a sus hijos cibernavegar cuando no están en casa. Un adulto entrevistado por Cazoll, comentó al respecto: "Mis hijos tienen prohibido entrar a páginas raras y no entran, pero un compañerito de mi nene de 11 curiosea y borra el historial". Los límites bien puestos a los chicos funcionan bien. Los chicos entrevistados por Cazoll expresan que "no necesitan estratagemas para evadir la mirada de sus padres"; aunque reconocen que saben hacer desaparecer sus huellas por sitios "prohibidos". Dicen que conocen cómo: • Borrar el historial, archivos temporales, habilitar y deshabilitar niveles de seguridad de la configuración de la PC. • Borrar archivos guardados de las conversaciones por chat. • Producir un ´ardid´ de hackeo. Según Cazoll, los padres relajan el control sobre lo que sus hijos hacen en la web debido al "pacto de confianza" que hay entre ellos: "Mis hijos no tienen malos hábitos. Soy un padre, no un hacker", expresó otro adulto. Los chicos muchas veces participan activamente en Internet. Pero una cosa es que demuestren interés por algo más o menos parecido a lo que se ve en cualquier quiosco de diarios y otra, que un chico pueda gastar el dinero de sus padres sin su autorización. "Puse los datos de mi mamá y recibí el catálogo de música. Cuando llegó por correo lo recibí yo y mi mamá no se enteró", confesó un jovencito. Y aunque el informe de Cazoll dice "se detecta una calificación que coloca a los padres en un lugar ingenuo", los psicólogos explican que la "confianza que los padres depositan en sus hijos" y "las mentiras" que los chicos les dicen a sus padres —a quienes califican de "ingenuos"—, son actitudes propias y necesarias de los preadolescentes. "Los niños alrededor de los 8 y 12 años necesitan comprobar que sus padres no conocen sus pensamientos. Es importante la experiencia de poder engañar a los padres o maestros, e ir creando un espacio de privacidad", dice la psicoanalista Adriana Roa, docente de la cátedra I de Clínica de Adultos de la Universidad de Buenos Aires. La psicóloga y socióloga Claudia Messing coincide y dice: "Si el chico es capaz de contar lo que le pasa a sus padres porque confía en ellos, la TV e Internet no se apoderan de los chicos. El problema es cuando los hijos se desconectan de los padres". Es que cuando los chicos temen hablar con sus padres porque les tienen miedo, o porque hablan poco con ellos, la TV e Internet "pueden dañarlos porque no está funcionando el escudo protector que representan sus padres como referentes", dice Messing. Que los chicos transgredan sin poner en riesgo su integridad psíquica y física depende mucho de cuánto fluya la comunicación con sus padres. A mejor comunicación, más protegidos están. A menor comunicación, más expuestos están a los riesgos de Internet. Algo que no sólo vale para el mundo digital sino también para el mundo real.

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